lunes, 10 de marzo de 2014

¡Primer día!

Mi primer día en la universidad (por segunda vez) fue bastante agradable, aunque empezó un poco incómodo.
Primero, en la noche desperté como a las 4:30 am y fui hasta la cocina medio dormido, descalzo. No sabía qué hacía ahí, volví a ver la hora y cuando me di cuenta que eran las cuatro y media me volví a dormir.

Desperté a las 7:45 y fui a bañarme. Me vestí, comí un pan con queso y salí como a las 8:05 al metro.
Ahí estaba, a punto de pagar, y me encontré con una amiga que es hermana de un compañero del colegio, el Seba, así que nos fuimos conversando en el metro por dos estaciones porque me tuve que bajar. Salí a tomar una micro y empezó mi viaje.

Ayer, conversando con el Titi, me dijo que iba a llegar atrasado 15 minutos y yo iba viendo la hora y el mapa para ver cuánto faltaba y pensaba “el Titi me va a decir 'yo te dije', voy a llegar tarde”. La micro iba de otros jóvenes, todos iban a la universidad, pero yo no sabía si era a la misma que yo, así que cuando pensé que había llegado, me bajé. Pero cuando ya estaba en la vereda me di cuenta de que me había bajado un paradero antes, así que vi como todo el resto se bajaba en el otro, que estaba como una cuadra más allá y apuré el paso para no llegar TAN tarde.

Al final llegué como a las 10:05, pregunté dónde estaba el Starbucks (sí, tenemos un Starbucks en el campus) porque detrás de él iba a ser la bienvenida. Así que ahí fui y estaba lleno de gente, así que me empecé a poner un poco nervioso/ansioso por no conocer a nadie y todo eso. Me di una vuelta, miré de qué se trataba todo y ya no aguanté más, así que para ocuparme en algo entré al Starbucks, me puse a la fila y me compré un Té Chai Latte frío.

Salí y me senté, todo esto mirando el celular, hablándole a Luisa aunque no fuera a responder porque estaba absolutamente dormida. Y en un momento dijeron por parlantes que nos acercáramos para ponernos tarjetitas con nombre y carrera. Me puse a la fila y luego me dieron una chapita y una tarjeta con mi nombre. En eso estaba cuando vi un guatón nerd que su tarjeta decía “Diseño de videojuegos”, así que por lo menos ya tenía identificado a uno. 

Después fui a saludar al decano y le pregunté qué íbamos a hacer. Me dijo que había que esperar a que llegaran los del campus de Viña del Mar para empezar y que íbamos a hacer un taller de encuadernación. Me volví a sentar y vi a uno de los alumnos que había conocido en el desayuno con el rector y pensé en ir a salúdalo, pero siguió caminando y lo perdí.

Con cara de zombie por el sueño.

Luego empezaron a pedir por los parlantes que nos acercáramos a una tarima en la que iban a dar un discurso de bienvenida y en eso vi alguien levantando un cuaderno que decía “Diseño de videojuegos” y supe dónde estaban mis compañeros. Así que me acerqué y empecé a mezclarme con ellos.

Ahí empezaron a dar el discurso un tipo que no sé quién es, pero algo de la universidad, y Federico Sánchez, el decano y amigo personal jaja. Estuvo harto rato hablando acerca de la universidad y la oportunidad que tenemos y el sistema de educación que nos tiene 12 años en el colegio aceptando que se puede perder el tiempo en cosas que no nos sirven, para luego tener como mucho 6 años para aprender todo lo que necesitamos para hacer y ser lo que queremos en la vida. También nos dijo que el proceso creativo es algo absolutamente caótico y que hay que tener mucha disciplina para poder sacar algo bueno de ese caos y poder aprovechar toda la creatividad.

Luego de eso se subió a la tarima otro profesor a explicarnos el taller, que era de encuadernación japonesa. Mientras terminaba de explicar ya se había formado una fila para recibir los materiales y yo caché antes que fueran todos y me puse. Pero cuando el resto vino a buscar los papeles, algunos se pusieron a la fila, pero la mayoría se abalanzó encima de la mesa donde estaban entregando las cosas y la fila se fue a la mierda.
Ahí nos dijeron que los materiales los entregaban de a dos personas. Me di vuelta y le hablé a un compañero de carrera que ya había visto antes, mientras hacía fila. Me dijo que no tenía compañero así que decidimos ser juntos. Se llama Matías, es de la sexta región (la que viene justo al sur de Santiago), súper tímido, así que yo me metí en la turba de gente a pedir los materiales y el me esperó un poco más afuera. Y además de los materiales, aproveché de sacar más chapitas. Al parecer era una por carrera, pero me faltaron de Arquitectura y Diseño de Productos, ¡así que voy a ver si consigo para tener la colección completa! (últimamente me dio algo por coleccionar cosas).

De izquierda a derecha y de arriba a abajo: Diseño Gráfico, Publicidad, Artes Visuales,
Periodismo, Diseño de Juegos DigitalesDiseño de Vestuario y Textil.

Después fuimos a una mesa a empezar a trabajar y llamaron otra vez por parlantes para que fuéramos a sacarnos una foto todos los alumnos del campus. Y como la foto no era panorámica nos tuvimos que acomodar y quedamos lo más arriba, así que no sé si me vea jajaja.




Después seguimos haciendo el cuaderno y cuando terminamos nos pusimos a conversar un poco. Me contó que estaba aprendiendo a hacer magia, así que me hizo un truco de adivinación con cartas. Me dijo que como era tímido quiso aprender a hacer magia para tener una herramienta para romper el hielo o ser más sociable. Y en eso estábamos cuando se acercó un guatón y le pregunto “¿¿Haces magia??” y Matías le hizo un truco. Después el guatón tomó las cartas y me hizo un truco a mí, muy rápido como de cambio de cartas. Después se fue, se acercó otro alumno, le pidió que le hiciera un truco y le dijo que si no tenía cartas Bicycle, que parece que son unas cartas bacanes para hacer magia. Después le dijo que tenía una tienda de magia en que se juntaban los lunes a aprender trucos y a compartir. Me sentí muy bien por mi compañero, porque encontró al tiro un lugar en el que poder compartir y hacer amigos, sobre todo porque es tímido. Así que los dejé conversando y me fui a ver unos libros que estaban regalando.

Son libros de artistas contemporáneos chilenos y como yo no soy muy fanático del arte no sabía cuál me gustaba más, para llevarme uno solo y no ser abusador, pero al final YOLO y me llevé uno de cada uno (cuatro en total).




Y después de eso llamé a mi papá para que me fuera a buscar y fuésemos a cambiar mi celular, porque lo había cambiado a uno con Windows Phone, pero es mucho peor que Android, así que decidí volver. Así que salí a esperar a que llegara mi papá, que se demoró como media hora. Pero llegó y fuimos a lo del teléfono. Llegamos, fue nuestro turno y fuimos a hacer el trámite. El teléfono me salía como 49 lucas, pero con los puntos de Entel me quedaba como en 2. Pero la señora que nos estaba atendiendo dijo que estaban sin sistema de puntos por el momento, entonces iba a tener que pagarlo completo. Casi me da la rabia, porque ya había tenido inconvenientes para cambiarlo en estos días y esto era como mucho. Pero dijo que iba a tratar de hacerlo y por suerte funcionó, ¡así que pagué dos lucas y me dieron mi teléfono nuevo!

Es un Sony Xperia L.

Después mi papá tenía que hacer un trámite de pasar los contratos de los teléfonos de su nombre a nombre de la empresa. Para eso tuvimos que esperar como 40 minutos y después el trámite se demoró como otra media hora. Así que una vez que salimos ya teníamos ganas de almorzar.
Fuimos a un lugar que quedaba cerca donde hay un supermercado y unas peluquerías, y buscamos algún lugar donde comer. Para nuestra sorpresa solo había locales de sushi, nada más. Así que estuvimos obligados a comer eso.

Después mi papá tenía que ir a donde su contadora a llevarle unas facturas o algo así, y en el camino me quedé RAJA (completamente dormido). Y llegamos, me quedé durmiendo en la camioneta y él fue donde la contadora. Y después de eso vinimos para la casa.

Y ese fue mi gran día :D Mañana tengo clases a las 8:30, así que tengo que dormir temprano (y espero que no me cueste mucho quedarme dormido).
Pero eso, pronto vendrá otro capítulo.

¡Chau!

Pato.

PD: 32 días y contando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario